La ubicación del hotel es conveniente con el metro cercano y fácil acceso al aeropuerto. El personal es amable, aunque la barrera del idioma puede ser un desafío. La falta de detalles en el anuncio sobre el baño compartido generó incomodidades. El ruido de la calle y la falta de ascensor pueden ser molestias. La cocina no está completamente equipada. Sin embargo, la proximidad a Praca do Comercio, el Castelo de Sao Jorge y otros lugares emblemáticos facilitó la exploración en familia y favoreció la conexión entre padres e hijos, aunque se pueda mejorar.

El hotel era clásico, el personal era majísimo.

Es fácil llegar al aeropuerto, está a 10 km. Las habitaciones compartidas es cómoda, me sentí como en casa. Me ha gustado un montón pasar el tiempo en la terraza.

El personal es muy agradable y atento. El alojamiento está cerca del metro y bien ubicado para ir andando a varios sitios. Baño compartido en buenas condiciones.

Me sentí muy afortunado, no tenemos ninguna razón para quejarnos.

Las habitaciones son geniales, ¡y tener WiFi gratis es súper conveniente! me encantó lo limpio que estaba el baño. 🙌

Una habitación doble con aire acondicionado y una bonita vista de la ciudad. Fue genial tener una nevera y un horno-microondas para preparar snacks rápidos. Además, la ubicación era muy conveniente, a solo un paso del Mercado de Arroios. ¡Todo lo que necesitábamos estaba a un paso! 🌆

La ubicación cerca del metro fue muy conveniente para movernos por la ciudad y llegar rápidamente al aeropuerto. Además, el personal era muy amable y atento, lo cual hizo que nuestra escapada romántica fuera más agradable. A pesar de no estar en el centro, la accesibilidad al transporte público era excelente.

La falta de comunicación en otros idiomas, el ruido constante de la calle, y la presencia de fiestas ruidosas en habitaciones vecinas no nos permitieron descansar como esperábamos. Además, la cama resultó incómoda y las obras en la calle generaron molestias adicionales durante nuestra estancia.

Las camas eran muy cómodas y el aire acondicionado funcionaba de maravilla, algo fundamental porque hacía un calor extremo. La habitación en sí estaba genial. Aprecié mucho las toallas extras que nos dieron cuando fuimos a la playa, y que nos imprimieron los billetes de avión cuando la impresora en el check-in no tenía tinta. Por suerte, el único problema menor que tuvimos fue que una persona bloqueó el inodoro un día, pero se solucionó en unos minutos. 👍.

En cuanto a lo positivo, destaco la amabilidad del personal, siempre dispuesto a ayudar y hacer que tu estancia sea lo más cómoda posible. Además, la ubicación es ideal, cerca del metro, lo que facilita moverse por la ciudad y explorar los lugares emblemáticos de Lisboa.